Cuando una persona convive con la energía espiritual de una persona fallecida se produce lo que se conoce como adhesión espiritual. Esto se debe a que esas entidades no comprenden su nueva situación, se sienten desconsoladas y confundidas. Otras se dan cuenta de que está muertas y quieren estar cerca de una persona viva, en este caso no desean hacerle daño. También existen las entidades que drenan deliberadamente la energía de la persona a la cual se adhirieron. Una de las razones por las que sucede es que tuvieron una muerte traumática o inesperada. Hay diferentes niveles de apego espiritual, el primero comienza con la simple presencia del espíritu y en el siguiente, la persona se siente vigilada y presenta cambios físicos y emocionales.
Un caso aterrador es el de la pequeña Jennifer de tan sólo 12 años a quien se le adhirió el espíritu de un hombre de 29 años de edad llamado Eugene Nana Asamoah en Essikado,Ghana. Este hombre falleció de manera violenta y en condiciones que aún no se esclarecen pero desde que se unió a Jennifer ella ha dado muestras que alarman a su familia. En ocasiones cambia el acento de su voz para comprobar que él está presente. Ha mencionado a cuatro personas que al parecer fueron quienes lo asesinaron.
El padre del fallecido Eugene ha tomado con tal seriedad la información dicha por su hijo a través de Jennifer que ya presentó una denuncia para que puedan ser convocados estos hombres para ser interrogados. Es un caso singular porque además la niña ha expresado secretos y datos que han confundido a su comunidad como asegurar casos de soborno para no llevar adelante la investigación de la muerte de Eugene. Sin embargo, un vecino de nombre Ama Ababio, dijo que el fantasma que posee la niña, fue capaz de hacer la firma del fallecido correctamente en un cheque, lo que permitió a la familia a retirar dinero de su cuenta bancaria para pagar sus deudas.