Por Reyes May (Mérida, Yucatán)
Esta es una historia que mi abuela nos contó de chicos, no hay nombre del lugar ni fecha precisa donde ocurrió pero por el tiempo ya tiene varios años. Esto ocurrió en un pueblito de Yucatán, cuenta la historia de dos hermanos que trabajaban juntos la tierra, vivían en el mismo pueblo pero en diferentes casas; el hermano mayor siempre pasaba en busca de su hermanito en las puertas de su casa ya que él vivía cerca del camino a su milpa. Muy temprano como a las 5:30 de la mañana siempre se paraba en la puerta de su casa y con un silbido peculiar avisaba que se encontraba en espera de él, ya una vez juntos emprendían el camino a su trabajo.
Como ya era costumbre con su clásico silbido, el hermano mayor pasaba en busca de su hermanito. Una noche cuando éste se encontraba todavía acostado en su hamaca durmiendo, escuchó el silbido de su hermano, levantándose de prisa pensando que se había quedado dormido, como pudo junto sus herramientas y salió de su casa sin despertar a su esposa que aún se encontraba dormida; salió a la calle y aún estando obscuro vio que su hermano se había adelantado en el camino. tratando de alcanzarlo notó que a su paso los perros muy desesperados ladraban y aullaban sin parar. Siguió caminando para tratar de emparejar el camino con su hermano, como no lo alcanzaba le gritó que lo esperara; pero no hacía caso, ni siquiera volteaba a verlo. Ya cerca de su milpa, en pleno monte, notó que su hermano se paró en medio del camino muy cerca de una sascabera (nombre como se le conoce a una cueva donde se sacaba barro en Yucatán ((sas-cab)); y ya por fin pudo alcanzarlo, reclamándole porque no lo había esperado, pero seguía dándole la espalda sin decirle nada, extrañado vio como alzo su brazo izquierdo apuntando hacia la cueva y con una voz ronca le dijo: “entra” ; a lo que el hermanito le dijo ¿qué? ¡para que quieres que entre yo allí! sorprendido por la actitud se acercó y se puso frente a él y grande fue su sorpresa al ver que esa persona no era su hermano, sino que era una persona con cara de un cerdo con los ojos en blanco; por un momento quedo paralizado de miedo y cuando pudo reaccionar echo a correr bajo la obscura madrugada, sin mirar atrás sintió como ese ser lo estaba persiguiendo soltando unos gritos horrendos. corrió y corrió hasta que pudo ver las casas del pueblo ; llegó a su terreno y empezó a gritar que le abrieran la puerta. La esposa asustada y extrañada se levantó, abrió la puerta y le preguntó qué hacía afuera si apenas eran las 3:30 de la madrugada. Con voz temblorosa le contó todo lo ocurrido y no daba crédito a lo que vivió. Su esposa trato de calmarlo diciéndole que a lo mejor solo había sido un sueño, quizá se habría levantado dormido y salió de la casa. Después de un rato, ya más tranquilo se dispuso a acostarse en su hamaca para tratar de descansar un poco pero sentía su cuerpo caliente y si efectivamente tenía una fiebre muy fuerte. Como a las 5:30 de la mañana su hermano como era costumbre se paró en la puerta de su casa y con su silbido le avisó que ya lo estaba esperando, como no salía, entró y su cuñada lloraba y su hermano estaba acostado en su hamaca ardiendo en fiebre y delirando lo acontecido esa madrugada. Al enterarse de lo ocurrido salió corriendo en busca de un x´men (sacerdote maya) para poder quitarle todo el mal aire que había cargado con lo que vivió. por suerte el sacerdote maya se encontraba en su casa y tan rápido como pudo acudió al predio de su hermano pero cuando llegaron ya nada se pudo hacer desafortunadamente ya se encontraba muerto.