En Latinoamérica ocupamos los lugares más bajos en el índice de lectura de libros por habitante, podemos tener libros en casa pero leemos algunas hojas y los dejamos en libreros, buró o en algún lugar arrumbado. Investigaciones al respecto aseguran que los seres humanos utilizamos una porción del cerebro distinta cuando leemos un libro impreso que cuando leemos en una pantalla. Mientras una persona lea más textos en una pantalla, tendrá cada vez un a mayor capacidad de desarrollar una lectura no lineal, que le permita leer con más agilidad y eficiencia. Sin embargo, esta habilidad para llevar a cabo una lectura no lineal está afectando en muchas personas su capacidad para realizar una lectura profunda, que motiva mucho más la imaginación, la concentración y por tanto, la creatividad. Con el fin de motivar a la lectura, una editorial independiente de Argentina ha irrumpido en el mercado con un innovador concepto: El libro que no puede esperar. Es una publicación de la casa independiente Eterna Cadencia. Cuando compras el libro se encuentra sellado con plástico, una vez que se quita el envoltorio y las hojas tienen contacto con el aire, la tinta comienza a desaparecer. Los lectores tienen 60 días para leerlo, ya que transcurrido ese lapso, el texto se desvanecerá.
Así que si te decides a comprar este libro debes estar consciente que sólo tienes dos meses para leerlo porque si no ya nunca te enterarás de su contenido.
¿Tú comprarías el libro que no puede esperar a que lo leas?