Adam Ellis, un hombre neoyorquino, asegura ser perseguido y agredido por una entidad negativa enmascarada en la figura de un niño. El espectro de este niño se le empezó a aparecer primero en sueños, luego sus gatos empezaron a actuar de forma extraña al acercarse la media noche y objetos se movían sin razón aparente. Tres meses después pudo ver una figura fantasmal con la cabeza deforme, sentada en un sillón mirándolo fijamente; ante esto Adam se quedó paralizado y no pudo moverse. A partir de ese momento empezó a tomar fotografías en la obscuridad con la intención de capturar lo que lo molestaba y después de muchos intentos lo consiguió y estas imagen se volvió viral en las redes sociales.