En un hecho insólito, una camilla que al parecer contenía el cuerpo de una persona fallecida, dentro de una bolsa de plástico, salió disparada de la carroza fúnebre cuando dio vuelta a la derecha en una de las calles principales de Auckland, Nueva Zelanda, según lo informo el diario Nz Herald de aquel país. Los testigos quedaron impactados al ver cómo salía de la camioneta aquel bulto negro, rápidamente el personal de la funeraria se bajó a recogerlo, sin embargo, la empresa aseguró que esa bolsa no llevaba ningún cadáver, lo cual dudaron los que estuvieron en el lugar.