En un hecho insólito, una mujer sudafricana de 33 años, madre de cinco hijos, murió de manera repentina en el noveno mes de embarazo. Se llamaba Nomveliso Nomasonto Mdoyi y el personal de la funeraria de la localidad de Mbizana fue quien dio a conocer que encontraron a un bebé muerto dentro del ataúd, poco antes de la ceremonia fúnebre. En los casos en que una mujer embarazada fallece se puede practicar una cesárea postmorten con la finalidad de salvar el producto pero en este caso el nacimiento pudo haberse provocado por la contracción y relajación de los músculos después de la muerte, lamentablemente el bebé no pudo sobrevivir fuera del útero materno y se enterró en el mismo féretro que su madre.