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El nacimiento de este animal con la piel completamente roja en tierras de Israel ha causado conmoción ya que esto supondría la proximidad del juicio final. En las profecías bíblicas del cristianismo y el judaísmo se habla de un becerro rojo que tiene que ser sacrificado para construir el tercer templo en Jerusalén y los dos templos anteriores deben ser previamente destruidos para anunciar la llegada del Mesías. Después de 2000 años, este becerro rojo significaría restablecer la pureza bíblica en el mundo y podría ser el momento idóneo para la construcción del nuevo templo, según profecías bíblicas.
