Nacida en San Diego el 3 de abril de 1962, procedía de una familia modesta y de padres divorciados, Brenda vivía con su padre que era alcohólico, y ésta situación derivó en un comportamiento antisocial lleno de inseguridades y complejos; Brenda odiaba su físico, era pelirroja, de piel muy blanca, con pecas y usaba lentes para la miopía, sus maestros la describían como una muchacha introvertida y con problemas de aprendizaje, se dice que tenía un daño cerebral ocasionado por una caída de la bicicleta, y aunque se le veía como una chica inofensiva desde muy jovencita ya fantaseaba con matar, ya que le dijo a un amigo que quería asesinar a alguien, pero, sobre todo, convertirse en un francotirador para cazar los pájaros de su barrio, Brenda había cometido pequeños robos y usaba drogas, y el lunes 29 de enero de 1979 Brenda Ann Spencer con tan solo 16 años protagonizó un tiroteo donde hubo varios heridos y dos víctimas mortales, disparó con un rifle Ruger semiautomático calibre 22 milímetros y con mira telescópica desde la ventana de su casa al edificio de una escuela que estaba enfrente hiriendo a ocho niños y a un oficial de policía, y asesinando al director de la Cleveland Elementary School y al conserje, el incidente finalizó seis horas después y tras su captura y al preguntarle porque lo hizo ella simplemente se encogió de hombros y respondió: “No me gustan los lunes. Sólo lo hice para animarme el día”, añadiendo “No tengo ninguna razón más, sólo fue por divertirme, vi a los niños como patos que andaban por una charca y un rebaño de vacas rodeándolos, así que eran blancos fáciles para mí”. En la cárcel, se le diagnosticó problemas epilépticos y se le administraron medicamentos para tratar su depresión.