Las playas de Australia son mundialmente famosas no solo por lo blanco de su arena y el intenso azúl de su mar, sino por la grandeza de sus olas que hacen que los amantes de los deportes acuáticos encuentren ahí su paraíso, pero una de éstas maravillosas playas, fue escenario de uno de los grandes misterios sin resolver en Australia, nos referimos a la playa de Gleneg, Jim y Nancy Beaumont no sabían que el 26 de Enero de ese fatídico 1966 sería la últimas vez que verían a su hijos, eran las 10 de la mañana cuando los hermanos Jane, Arnna y Grant, de 9, 7 y 4 años respectivamente, salieron de su casa en Somerton Park un suburbio de Adelaide para ir a la playa de Glenelg, la cual quedaba a solo cinco minutos en autobús, era un trayecto que habían hecho solos con anterioridad, por lo que ya conocían el trayecto de ida y regreso a su casa así como la Playa que visitarían, y la única condición que les ponían sus papas era regresar a casa a las 2 de la tarde, Jane era lo suficientemente responsable para cuidar de sus hermanos, sin embargo, ese día jamás regresaron a su hogar; aquel día, varios testigos los vieron en la playa alrededor de las 12:15 pm, con un hombre alto y rubio; los niños estaban jugando con él y parecían estar muy contentos, los testigos también vieron a Jane, comprar unos pasteles, y alrededor de las 3 de la tarde los niños fueron vistos caminando solos, lejos de la playa en dirección a su hogar y ésta fue la última vez que se vió a los hermanos Beaumont, con el correr de las investigaciones y varios meses después, una mujer le informó a la policía que la noche de la desaparición, un hombre, acompañado de dos niñas y un niño, entró en una casa vecina que creía vacía, sin embargo, a la mañana siguiente la casa parecía estar desierta, dos años después, los padres Beaumont recibieron dos cartas supuestamente escritas por Jane, y otra por un hombre que dijo que estaba manteniendo a los niños pasaron años de incertidumbre hasta que en 1992, exámenes forenses practicados a las cartas mostraron que fueron un engaño, durante todos los años de investigación los Beaumont cooperaron plenamente con la policía y se exploraron todas las posibilidades, ya fuera que los niños habían sido secuestrados por una secta o alguna pista de un posible sitio de entierro de sus cuerpos y por más de 50 años, hubo muchos sospechosos, pero sin resultados concluyentes. Los Beaumont recibieron una simpatía generalizada del pueblo australiano, nunca se habló de una falta de cuidado o responsabilidad de ellos, ya que la sociedad Australiana era sumamente segura y no era nada extraño que los niños pasearan solos por lo que éste caso significó una evolución en la sociedad, ya que muchas personas cambiaron la forma en que supervisaban a sus hijos a diario, las preguntas siguen sin respuesta y los niños Beaumont nunca aparecieron, estaremos hablando de un crímen perfecto o estaremos ante la presencia de un fenómeno paranormal.
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