La leyenda de la Carreta de la Muerte es muy conocida en varias partes de la República Mexicana, y su aparición es particularmente especial en el estado de Oaxaca, cuenta la leyenda que en tiempos antigüos cuando aún no había electricidad, las monjas que vivían en el Convento de las Capuchinas, que se encontraba en lo que era conocido como el callejón de La Soledad, ya que se encontraba cerca de la Iglesia de La Soledad y de San José, escuchaban el sonido de las ruedas de una carreta, siempre a la misma hora en la madrugada, así cuando todo se encontraba en completo silencio ese impactante ruido de las carretas las despertaban, y a las que se encontraban despiertas cumpliendo alguna penitencia las aterraban, era tal el miedo que les infundía ese ruído que no se atrevían a asomarse a la calle, este sonido de las carretas se corrió por los alrededores y puso en alerta a los pobladores, ellos querían conocer de donde provenía esta carreta, y los ruidos que hacía, ya que el rechinar de las llantas y el galope de los caballos no los dejaban dormir; aunado al hecho de que en ocasiones se escuchaba el lamento de algunas personas a lo lejos, ante esta situación que cada vez era más insostenible una señora que era muy conocida en la localidad, una noche al escuchar que la carreta se acercaba decidió asomarse por la ventana para descubrir de quién se trataba, y fue entonces que pudo ver la sombra de los grandes caballos, pero de repente cuándo trató de identificar quién era el cochero, el cual estaba encapuchado, su sorpresa fue tal que terminó desmayada, pues aquel carretero encapuchado era la muerte, se dice que al tercer día la mujer fue encontrada muerta, llena de moretones, raspaduras y quemaduras, algo así como si hubiera sido arrastrada durante mucho tiempo, de inmediato los pobladores atribuyeron el fallecimiento a la carreta de la muerte, por lo que después de esto se encerraron en sus casas y decidieron rezar durante las noches enteras evitando a toda costa asomarse por la ventana ya que la persona que decidió investigar de qué se trataba ese ruido de carreta