La leyenda del Sacerdote sin cabeza es muy popular no sólo en México, sino en varios países como Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y Argentina, pero en México tiene especial difusión en Jalisco concretamente en la ciudad de Tonalá, donde la historia de un sacerdote que fue colgado en la calle Pedro Moreno, en el centro de la ciudad, durante la época de Los Cristeros sigue más vigente que nunca, dice la leyenda que a medianoche en las inmediaciones de la Parroquia de Santiago Apóstol, en el trayecto que se encuentra entre el arco y el campanario, quienes por ahí pasan ven la silueta del sacerdote sin cabeza, pasando por el arco, hacia el lado oriente de la calle, mientras sopla un viento muy fuerte y helado, se dice que también éste sacerdote rapta a niños malcriados y desobedientes; pero ¿de donde viene ésta leyenda? Se cuenta que un sacerdote franciscano que llevaba una vida ejemplar dedicada a servir a Dios y que era muy querido y respetado por los fieles tenía varios enemigos, que por envidia lo acusaron de tener pacto con el diablo, por lo que la Santa Inquisición ordenó que se le apresara, y una noche cuando el padre se encontraba cenando, fue apresado sin explicación alguna y llevado a una de las cárceles de la Inquisición, pero como las autoridades eclesiásticas no tenían pruebas para culparlo, decidieron hacerlo confesar aplicándole torturas, una de ellas con una cuerda, el padre al encontrarse a metro y medio de altura lo dejaron caer y lo levantaron de un jalón con dolores terribles, el padre se decía inocente y los inquisidores no se conformaban con ésta declaración por lo que le pusieron peso en los pies para que el dolor fuera más intenso, pero aún así el padre se seguía declarando inocente, después de una prolongada tortura, el sacerdote se declaró culpable de todos los cargos y entonces fue juzgado y condenado, lo vistieron con un gorro puntiagudo y un capote amarillo de lana, que llevaba estampada una cruz de San Andrés, rodeada de llamas para que la gente lo insultara y le arrojara cosas, pero la mayoría de la gente lo quería mucho por lo que no solo no le arrojaron nada, sino que se encerraron en sus casas para no ver lo que le sucedía a su tan querido sacerdote, después de la procesión, el padre fue ahorcado y decapitado, y desde entonces por las noches aparece el fantasma de un sacerdote, vestido de sotana, pero con la particularidad de que no tiene cabeza, por lo que causa terror y pánico entre la gente, se cuenta que aquellos que pasan por el árbol en donde se le ahorco, ven al sacerdote sin cabeza oficiando la misa en latín y que de su cuello brotan chorros de sangre, también se dice que en algunas ocasiones se aparece en el interior de recintos religiosos celebrando misa, o bien, en el interior de algunos locales como antiguos colegios o edificios donde se rumora que ha muerto un sacerdote en extrañas circunstancias. Así es como una de las leyendas más escalofriantes de Jalisco sigue causando terror hasta nuestros días.