Se dice que entre las 3 y las 4 de la madrugada es cuando el velo entre nuestro mundo y el otro se vuelve más delgado. Cuando pasas demasiado tiempo sin dormir, tu mente empieza a jugar contigo: sombras que parecen moverse, susurros que no estaban ahí antes, una sensación extraña de que no estás solo. Pero… ¿y si no es tu imaginación?
Muchos afirman haber visto figuras en los rincones de sus habitaciones, sentir la mirada de algo cuando están en ese estado entre el sueño y la vigilia. ¿Y si al desvelarnos, abrimos sin querer una puerta que no podemos cerrar?
Si llevas días sin dormir bien… tal vez deberías preguntarte: ¿esa sombra que viste realmente fue un juego de luces… o algo que estaba esperando que te debilitaras para acercarse?