Rafael Pérez Hernández era un hombre originario de Jalisco, en el año 1915 sufrió un accidente ferroviario en el que perdió el brazo izquierdo, este evento hizo que se llenara de rencor y odio contra las personas y el mundo en general, era un hombre dedicado al comercio, siempre vestía de negro y aunque su apariencia era lúgubre, quienes lo conocían lo describían como un hombre inteligente y trabajador, con una gran platica y siempre con buenos temas de conversación, no profesaba ninguna religión y renegaba de la ciencia médica, se casó con una hermosa joven de nombre Sonia María Rosa Noé de 17 años, Rafael al casarse tenía 33 años, era un tipo con severos problemas de autoestima y tenía unos celos enfermizos, no solo por la diferencia de edad sino porque su esposa era rubia de ojos azules y él era una persona discapacitada, el matrimonio tuvo 7 hijos, uno de ellos falleció, y los otros 6 fueron llamados: Indómita, Libre, Soberano, Triunfador, Bienvivir y Librepensamiento, establecieron su domicilio en la avenida Insurgentes Norte esquina con Godard, en la Ciudad de México, en el predio conocido como la “Casa de los macetones” ya que tenía dos enormes macetones arriba del zaguán, debido al gran trauma de Rafael acerca de la pérdida de su brazo, a sus celos enfermizos y a la idea de que el Mundo se iba a acabar, idea de la que estaba totalmente convencido decidió encerrar a su familia, los niños nunca fueron a la escuela, su esposa no podía salir ni al mandado y prácticamente ni la luz del sol les daba ya que permanecían casi todo el día en el sótano envasando raticidas que fabricaba él mismo Rafael, las jornadas de trabajo eran largas y extenuantes, la disciplina muy dura y la comida poca, solo comían avena y pan y tomaban agua, había poca higiene y no tenían acceso a ninguna noticia del exterior, la vida era dura y obscura dentro de la casa de los macetones, pero no era igual para todos ya que Rafael salía no solo a vender sus productos sino a comer en restaurantes y a contratar los servicios de prostitutas, se dice que para mostrarle a su hija mayor de 14 años de nombre Indómita lo cruel de la vida al exterior se la llevo un par de ocasiones a vender sus productos a una tlapalería, ahí la chica le dijo al empleado lo que sucedía, ambos eran menores de edad y no sabían que hacer, pero el empleado de la Tlapalería le escribió una nota que después Indómita arrojo fuera de su casa y fue así como consiguió la ayuda, fue en el mes de Julio del año 1959, cuando la Prensa, Policías y vecinos se encontraban afuera de la casa de los macetones sin dar crédito de lo que se acababa de descubrir, ahí se había gestado durante 15 años una macabra historia, en esa casa no había muebles, ni electrónicos, la dieta de la familia era a base de avena, pan y agua, era un lugar obscuro y sucio, de hecho los vecinos acusaban pestilencia en el rumbo, ese día Rafael fue detenido y remitido a la cárcel de Lecumberri, donde para sorpresa de muchos, era visitado frecuentemente por su familia, finalmente Rafael no pudo más con sus culpas y se suicidó en su celda en el año de 1972, los hijos del matrimonio terminaron en distintos orfanatos, de Sonia no se supo nada más y la casa de los macetones quedó abandonada, hasta aquí llegó la historia de la familia Pérez Noé y a partir de esa fecha y hasta la época actual la casa de los macetones permanece abandonada y vecinos afirman escuchar lamentos y presencias en el lugar, de hecho afirman haber visto la silueta de un hombre al que le falta un brazo, esta casa se convirtió en el lugar con que las madres “asustaban” a sus hijos por lo que ahí se vivió y por las cosas paranormales que ahí suceden, esta terrible historia dio origen a la popular película El Castillo de la Pureza.
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