En la ciudad del noroeste Mazatlán cobra vida una de las historias de terror más conocidas no solo del Pacífico sino de todo México, la de la Casa de Villa Galaxia, esta historia comienza en la casa ubicada sobre la Avenida Juan Pablo II del citado fraccionamiento, ahí habitaba una familia de 5 integrantes que ante los ojos de los vecinos era normal, una familia funcional, sin problemas y con una vida común, pero el 11 de marzo del año 1986 todo cambió, una terrible tragedia aconteció aquel día en ese lugar, cuatro miembros de la familia, tres de sus trabajadores y sus mascotas fueron brutalmente asesinados a balazos, la escena era perturbadora el padre de familia estaba ensangrentado al pie de la puerta, su esposa brutalmente asesinada en el carro, sus 2 hijos muertos a balazos en una de las recámaras y 3 trabajadores más muertos adentro, la única sobreviviente de la familia fue una hija, quien no se encontraba en el domicilio al momento de los hechos ya que estaba en casa de una vecina, el fin de la familia fue aterrador pero hasta el día de hoy se desconoce el motivo de la masacre, se manejan 4 versiones, una que indica que los homicidios se debieron a un ajuste de cuentas, otra versión dice que todo se debió a una herencia, otra indica que ahí se realizaban cultos y rituales satánicos y algo habría salido mal con alguno de los participantes y la teoría más descabellada pero la más fuerte es que el hombre de la casa se volvió loco y en un arranque de ira y enojo mato a todos los que se encontraban en su casa incluyendo a sus mascotas, una de ellas un gato que era el favorito del papá, fue tal la brutalidad de los hechos y sus paredes quedaron tan ensangrentadas y con las marcas de balazos que ahí comenzó la leyenda de terror alrededor de ésta casa y lo ocurrido ahí ese fatídico 11 de marzo, las personas que se han atrevido a entrar a la casa, han visto aparte de las marcas de los balazos y la sangre en las paredes, sombras que los observan y al permanecer ahí se sienten las energías negativas, durante las noches se escuchan prologados lamentos y gritos de niños, los vecinos evitan pasar por la banqueta