Ubicado en Plaza de la Constitución número 17 en el Estado de Tlaxcala, el Hotel Posada del Sol es uno de los más emblemáticos de esa Ciudad, construido en el año 1940 por un arquitecto español originalmente pensado como una residencia para artistas e intelectuales cuenta con una fusión de corrientes arquitectónicas admiradas por los amantes del arte, Fernando Saldaña Galván jamás imaginó que su construcción sería nombrada con el paso del tiempo Patrimonio de la Humanidad, pero aparte de ser una construcción hermosa éste hotel cuenta con un sinfín de leyendas que son el origen de las apariciones fantasmales del lugar; en primer lugar tenemos un hecho desgarrador como que su propio creador Fernando Saldaña se suicidó en el hotel, después de haber matado a su familia, Fernando mataría a su esposa y a sus hijos y después se ahorcaría de la campana que se encontraba frente a la estatua de Francisco de Asís, justamente frente a esa estatua colgaba el cuerpo de Fernando Saldaña Galván, quien jamás abandonó el hotel que construyó, aun después de su muerte y quién decidió acabar con su vida y la de su familia después de haber quedado en bancarrota, Fernando había gastado todo su dinero en la construcción del Hotel y al verse en la ruina tomó esa terrible decisión, y hasta el día de hoy su espíritu habita en La Posada del Sol, dentro de los muros que cercan el lugar hay una hermosa capilla custodiada por dos impresionantes figuras de piedra de San Francisco de Asís y un lobo y se dice que en esos pasillos se escuchan gritos sobre todo a media noche y en una de sus 6 suites, la marcada con el número 103 hay presencias fantasmales y eventos sobrenaturales, en ésta habitación desapareció y después apareció muerta una niña, era la década de los sesentas cuando una pequeña niña murió en extrañas circunstancias dentro de la habitación del hotel, era hija de una empleada del hotel y jamás se supo como ocurrió el deceso, desde que se vio el espíritu de la niña deambular por los pasillos y se escucharon sus lamentos, los vigilantes del hotel le pusieron un altar y durante años se le encendieron cirios y se rezó por su alma, pero la niña se ha negado a abandonar el lugar y aún deambula por sus túneles, estos túneles están en paredes dobles con las que cuenta el edificio y que atraviesan todo el lugar, a pesar de tener muchos años deshabitado los