Los árboles han sido y siguen siendo protagonistas en la vida de los seres humanos, crean el humus y las condiciones óptimas para que se precipite el agua del cielo y esa agua quede retenida en el humus, la madre que crea los bosques y procura la fertilidad de la tierra, y ese agua que es retenida después la bebemos de los manantiales, los árboles contribuyen al control del cambio climático porque son grandes receptores de CO2 y absorben todo tipo de polución, pero también han servido de escenarios de muchas leyendas, porque el bosque y sus árboles han sido los espacios donde la humanidad ha crecido y se ha desarrollado, una ciudad vacía de árboles es una ciudad triste, sola, estéril, y una urbe con espacios en los que crecen plantas y árboles es más sana, más amigable y más alegre, sus anillos que se dibujan en el interior de sus troncos nos narran la historia de nuestro planeta, pero no todos los árboles implican un beneficio para la humanidad, existe uno en particular que representa la muerte, La manzanilla (Hippomane mancinella), también conocida como árbol de la muerte, es el árbol más peligroso del mundo, esto se debe a que su savia contiene toxinas que pueden ocasionar daños severos en el cuerpo humano aunque tiene una apariencia inofensiva y su fruta es parecida a la manzana, su savia lechosa contiene el potente irritante de forbol y con sólo rozarlo la piel puede quedar terriblemente escaldada, refugiarse bajo sus ramas durante una lluvia tropical también puede ser desastroso, pues hasta la savia diluida puede causar una erupción cutánea extrema, la parte más venenosa son las raíces, aunque el contacto con sus hojas también puede ser muy dañino, ya que ambas contienen una neurotoxina que puede ser absorbida a través de la piel, Hippomane viene de las palabras griegas hippo, que significa caballo, y mane se deriva de manía o locura, el filósofo griego Teofrasto nombró así a una planta nativa de Grecia tras determinar que los caballos se volvían locos después de comérsela, Los nativos cubrían sus flechas con el veneno cuando iban a cazar, asimismo el padre de la taxonomía moderna, Carl Linneo, le dio el mismo nombre al nocivo árbol de América, es originario de las regiones tropicales de América del Norte, así como de América Central, el Caribe y América del Sur, el árbol nativo de Mesoamérica y las islas del Mar Caribe, que crece en las costas desde Florida hasta Colombia, está marcado con cruces rojas o placas de alerta ya que es una amenaza para los turistas, en algunos lugares el árbol de la muerte está pintado con un anillo o una “x” de color rojo en el tronco y algunas veces cuenta con un cartel en el que se señala que no se puede tocar, la savia es tan venenosa y ácida que el simple contacto con la piel humana provoca un brote de ampollas, y puede producir ceguera si toca los ojos de una persona, incluso las gotas de lluvia, que tienen contacto con el árbol, pueden dañar a alguien y un solo bocado de su pequeña fruta, que parece una manzana, causa también ampollas, dolor severo y puede resultar fatal, también si se quema uno de estos árboles mortales, el humo resultante puede causar ceguera si llega a los ojos de una persona, sorpresivamente este árbol es peligroso pero útil ya que tiene usos, por ejemplo ha sido usado para hacer muebles desde la época colonial, se cree que su venenosa savia se neutraliza secándola al sol, pero quienes manipulan la madera recién cortada deben ser muy cuidadosos, también hay estudios que demuestran que la goma de la corteza ha sido usada para tratar enfermedades venéreas e hidropesía y las frutas secas, como diuréticos, quizá sea esa la razón por la que el manzanillo de la muerte está en peligro de extinción, algunos datos relevantes relacionados con éste árbol es que fue la razón de la muerte del español Juan Ponce de León, el primer gobernador de Puerto Rico, quien recibió un flechazo en una batalla cuando quiso conquistar la costa de Florida en 1521 y que está registrado en el Libro de los récords Guinness como el árbol más peligroso del mundo.
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