El Parque Nacional Molino de Flores, ubicado en el municipio de Texcoco, ha sido escenario de grandes hechos históricos que abarcan los tiempos de Nezahualcóyotl, la conquista y la Revolución Mexicana, fue una fructífera hacienda durante la época de la colonia y en la época precolombina formó parte de los Jardines Botánicos de Nezahualcóyotl, ahora solo quedan parte de sus edificios como el tinacal, la tienda de raya, el horno de pan, macheros, molino, la casa principal y la de visitas, la iglesia de San Joaquín y la capilla del Señor de la Presa, después de la llegada de los conquistadores en el año 1567, arribó a ese lugar el soldado español Juan Vázquez y estableció una fábrica de telas (batán) que se utilizarían para vestir a los santos de las primeras iglesias, en 1585 Pedro de Dueña adquirió la propiedad y para aprovechar el agua del río Coxcacuaco, además de conservar el batán, puso un molino de trigo, el cual representaba un negocio, ya que los españoles estaban acostumbrados a consumir pan, otro de los dueños de la hacienda fue, a mediados del siglo XVII, Don Antonio Urrutia de Vergara, quien heredó la propiedad a su yerno Antonio Flores de Valdés en dote por haberse casado con su hija Ana, desde entonces le nombraron el molino de la familia Flores o de los Flores, pero cuando la adquieren los Marqueses de Salvatierra sólo se queda con el nombre que actualmente conocemos Molino de Flores, el Marqués de Salvatierra era Miguel de Cervantes y Velasco, nacido en la Ciudad de México, Nueva España el 26 de marzo de 1789, formaba parte de la clase alta de la élite mexicana de la época, siguió la carrera de las armas, pero aparte de su actividad como militar, tuvo actividades políticas, llegó a obtener el grado de General de la República y fue Gobernador de la Ciudad de México, tuvo actividades empresariales ya que heredo diversas propiedades de las que recibía y administraba rentas, así como el manejo y la administración de varias haciendas y ranchos en los alrededores entre ellas la Hacienda de Molino de Flores en las cercanías de Texcoco, Don Miguel fue descendiente de varios conquistadores, murió en el año de 1864 a la edad de 75 años y fue enterrado en el Panteón Familiar que se ubica en la Capilla del Señor de la Presa en la Hacienda de Molino de Flores, junto a muchos de sus parientes, desde el año 2008 se llevan a cabo las Noches de Terror en los meses de octubre y noviembre, en las que se realizan tenebrosos recorridos en parte de las 55 hectáreas que conforman el Molino de Flores, ya que se dice que Don Miguel, el elegante Marqués de Salvatierra se niega a abandonar la Hacienda y aún vaga por los rincones del Molino de las Flores, muchos visitantes han percibido su presencia y justo en la Capilla del Señor de la Presa el candelabro central se mueve sin haber alguna corriente de aire o algún movimiento telúrico, siendo digno de resaltar que ese candelabro es el más grande y pesado de los que hay en la capilla y los demás no se mueven a pesar de estar más cerca de la puerta de la entrada, lo cierto es que este lugar es muy energético y encierra grandes misterios e historia, además de los murciélagos existen otros animales que han acompañado el paso del tiempo a ésta Hacienda y la hacen aún más enigmático, a pesar de sus leyendas de fantasmas se ha empleado para la filmación de varias películas mexicanas, entre ellas Sobre las olas (1950); Viva María (1965); El tigre de Santa Julia (2002); Las