Edward Teach, mejor conocido como Barbanegra, murió el 22 de noviembre de 1718 y fue el último de los piratas del Caribe, Su apodo se debió a su abundante y enredada barba, de un intenso color negro adornada con mechas de cañón que él mismo encendía durante los abordajes para infundir aún más terror entre sus enemigos, medía dos metros de altura y su mirada era demoniaca, pero aparte del miedo que imponía su físico estaba el miedo que representaba sus espadas, cuchillos y juegos de tres pistolas de distintos calibres que siempre portaba, Teach vivió en medio de la trampa, ya que sus padres regentaban una taberna y drogaban a los marineros para luego embarcarlos en naves en las que de estar sobrios nunca hubieran subido, su inicio como marino fue durante la guerra entre Francia e Inglaterra por el control de Estados Unidos, actuando como corsario inglés y atacando barcos franceses, al finalizar la contienda y quedarse sin trabajo Barbanegra dejó de ser corsario para convertirse en pirata, comenzó a navegar en compañía de un conocido pirata llamado Benjamin Hornigold, y la isla de Nueva Providencia fue el escenario de sus primeras fechorías, en 1717 apresó al mercante francés Concorde, que se convertiría en su buque insignia y que rebautizaría como Queen Anne’s Revenge (La venganza de la reina Ana), lo transformó armándolo con cincuenta cañones, la hazaña que lo hizo célebre fue perpetrada en la base naval de San Vicente, en las islas de Barlovento, donde apresó la nave Great Allen, que transportaba un valioso cargamento, cruelmente asesinó a la tripulación y quemó el barco, a partir de estos empezó la cacería de Barbanegra, uno de los primeros en intentar atraparlo fue la tripulación del buque de guerra inglés Scarborough, pero el navío sufrió una sonada derrota y tuvo que retirase, fue entonces que Barbanegra se convirtió en el enemigo público número uno del Imperio, el rey Jorge I decretó una amnistía para todos aquellos piratas que abandonasen sus actividades y en el caso de que no quisieran aceptar las condiciones del edicto, las penas que se contemplaban en caso de ser capturados iban de la horca a las amputaciones de miembros, Barbanegra rehusó las condiciones estipuladas por el monarca y siguió con sus actividades delictivas, asaltó posesiones tanto francesas como británicas y españolas y tuvo incursiones en la península de Yucatán, en México, que le valieron el mote de “El gran diablo”, en mayo de 1718, Barbanegra sitió la ciudad de Charleston y mantuvo secuestrada a toda la población, se dice que Barbanegra buscaba hacerse de un lote de medicamentos para curar a su tripulación, que sufría de sífilis, el 22 de noviembre de 1718, Barbanegra, que ya estaba avisado de la llegada de tenientes que buscaban apresarlo, se dirigió al interior de los canales de la isla a bordo del Adventure, ahí Maynard ordenó a sus naves que se dirigieran tan rápido como pudieran para interceptar a Barbanegra, pero esta vez al ver a las naves inglesas dirigirse hacia su posición, ordenó la retirada mientras sus cañones disparaban una y otra vez contra los ingleses, se dice que todas las naves quedaron varadas por falta de viento, por lo que Maynard se vio obligado a perseguir al pirata remando, pero las naves inglesas no iban armadas con cañones y el teniente ordenó a sus hombres que disparasen sin cesar con sus armas cortas, mientras tanto Barbanegra empezó a increparle: “¡Malditos villanos! ¿Quiénes sois? ¿Y de dónde venís?”, a lo que Maynard le respondió que no era pirata y que él mismo subiría a su barco en cuanto pudiera. En respuesta a su desafío, Barbanegra, con un vaso de ron en la mano celebró toda la noche pidiendo tregua para después escabullirse por los canales de la isla Ocracoke y el teniente Maynard empezó a perseguirle, cuando Barbanegra vio que no había nadie en cubierta, ordenó a sus hombres que abordaran las naves inglesas sediento de sangre, Barbanegra abordó la balandra inglesa con la mitad de su tripulación, dispuesto a pasar a cuchillo a todo el que quedase, durante varias horas, ambas tripulaciones sostuvieron una lucha a muerte en la que Maynard y Barbanegra acabaron enfrentándose cara a cara, aquí la leyenda de Barbanegra estaba a punto de nacer, el pirata fue finalmente abatido tras recibir veinticinco heridas, cinco de ellas de pistola, Maynard no mostró compasión alguna con el cadáver de Barbanegra y ordenó que le cortaran la cabeza y que ésta fuera expuesta durante varias semanas en el mástil que sale de la proa y a su regreso a Virgina, 13 de los prisioneros fueron ahorcados, aquí surgiría otra leyenda ya que se dice que una vez decapitado su cuerpo flotó alrededor de la nave varias veces y su fantasma vaga por la zona de Teach’s Hole, un lugar en la isla de Ocracoke llamado así en su honor, y que este fantasma solo busca su cabeza perdida.