Si hubiera que pintar el rostro del horror más absoluto, probablemente se parecería al que aparece en el cuadro El hombre angustiado. Conocido en el mundo desde hace aproximadamente 20 años, este lienzo propiedad de un señor inglés llamado Sean Robinson tiene el mérito de estar considerado entre los objetos encantados más inquietantes del mundo. Relata que su abuela le conto que la pintura, además de haber pertenecido a varias generaciones de la familia, fue pintada por un artista que luego de terminar su obra, se suicidó. Resulta que para pintar el cuadro mezcló su sangre con los óleos, creando una cara de angustia y sufrimiento; los ojos queriendo salir de sus órbitas y la boca desencajada sería un grito desesperado de una persona que sabía que daba sus últimas pinceladas en la vida y que dejaba su angustia reflejada en su última obra. Un testamento tenebroso que daría cuenta de su sufrimiento en vida a futuras generaciones.
En 2015, Sean Robinson dice que encontró el cuadro en su sótano, y que lo llevó a su sala. Desde ese momento, él, su esposa e hijo, empezaron a sentir una extraña presencia en la casa. Su perro no quería subir al segundo piso; se observaba una extraña neblina que desaparecía misteriosamente. Todos los integrantes de la familia afirmaron que la pintura estaba embrujada. Incluso Sean subió un video a sus redes sociales para intentar demostrarlo. Al parecer, la imagen emite extraños sonidos y fenómenos del tipo poltergeist cada noche. Desde puertas que se cierran, hasta golpes sin sentido que retumban en la habitación pasando por una cámara que… se cae inexplicablemente del trípode si se le intenta grabar.
Incluso en uno de los videos en su canal de YouTube, el señor Robinson pareció grabar un ente luminoso que durante una fracción de segundo parece tomar forma humana. Sin embargo, las sospechas de fake siempre han rodeado al cuadro y a su propietario, llegándose incluso a sospechar que habría montado toda la historia para asegurarse una jugosa venta o vender la historia a alguna productora de cine. Sin embargo, en unas declaraciones de 2015, el propietario aseguró que el cuadro jamás saldría a la venta y que los ejemplares en plataformas para venta eran falsificaciones del original que estaba “muy bien guardada”. “Puedo asegurar que la pintura encantada está bajo llave en un lugar seguro y no tengo ninguna intención de venderla. Sería algo peligroso y tampoco sería buena idea que nadie pusiera sus manos sobre ella porque es muy activa y siempre ocurren cosas extrañas a la gente que ha estado en la misma habitación”, aseguró Robinson.