La siguiente leyenda tiene una mezcla entre la mitología Nórdica y el cristianismo, y trata sobre como Dios castigó a los hijos de Adán y Eva. Se cuenta que cuando Dios fue a visitar a Adán, Eva se encontraba bañando a sus hijos, sin embargo, no todos querían o estaban listos para conocerlo. Asustada, Eva escondió a algunos de ellos y negó la existencia de los mismos para que Dios no los castigara pero Dios, el ser omnipotente, descubrió la mentira de Eva y maldijo a los hijos que no lo querían.
Sin piedad, los pequeños fueron condenados bajo las grandes rocas islandesas para que ningún otro ser humano los encontrase. De allí nació el nombre “Huldufólk” que significa “gente oculta”. Los cuales, en su aburrimiento y eternidad son capaces de modificar el lugar de las cosas y realizan todo tipo de fechorías sin ser vistos. Por eso dicen que cuando algún objeto se pierde, probablemente sean en realidad los Huldufólk.
Los pequeños traviesos ocultos que buscan recrearse en medio del aburrimiento y la soledad. Se dice que los huldufólk viven en una dimensión invisible en casas construidas en las grietas de las rocas, cuevas y en los lados de los acantilados. Pueden hacerse visibles a los humanos, particularmente en ciertos días del año.
Los islandeses tienen muchos cuentos populares sobre huldufólk: por ejemplo que invaden granjas y organizan fiestas en Navidad. No obstante, es costumbre limpiar la casa y dejarles comida antes de Navidad. En la víspera de Año Nuevo, los duendes se mudan a nuevos lugares para que los islandeses enciendan velas para ayudarlos a encontrar el camino. Y cuidado; si te sientas en una encrucijada, los huldufólk intentarán seducirte con regalos. Si te resistes hay grandes recompensas, pero sucumbir te llevará a la desgracia.
En Islandia, son muchos los que creen que los Huldufólk existen. Incluso su creencia es que viven en jardines, en la naturaleza, en los geiseres y volcanes que pueblan la isla; muy rara vez habitan en las casas. Se mueven a su antojo, realizando travesuras, robando pequeños objetos para luego devolverlos, danzando por los bosques y cascadas sin que nadie los pueda ver.
El último estudio que se realizó al respecto, en 2006, es contundente: un 56% de islandeses cree que es posible que la Comunidad secreta exista tanto que hasta para que se hagan construcciones debe haber un comprobante de que en ese territorio no habiten los Huldufólk.
Como siempre mencionamos, cada país tiene sus leyendas y sus historias. Lo que nos recuerda a los Chaneques en México. Son muchas las similitudes aunque tengan nombres diferentes.