Es un tipo de vampiro mencionado en el folclore de Malasia. Es una mujer que ha hecho un pacto ritual para obtener poderes sobrenaturales. Sin embargo, para que la mujer reciba estos dones debe realizar varias promesas, una de éstas es que no comerá carne por cuarenta días, y si se rompe esta regla se convertirá en una criatura vampírica maldita. Durante el día, aparece como una persona normal, pero cuando cae la oscuridad, su cabeza se desprende del cuerpo, arrastrando todos sus órganos internos detrás de ella, mientras busca comida. Antes del amanecer, el Penanggalan debe volver a su cuerpo hueco para retomar su apariencia humana, empapará sus órganos colgantes en una tina de vinagre que guarda en su casa; esto los limpia y los encoge, lo que facilita mucho la entrada a través del cuello abierto. Ella esperará cerca de las casas de las mujeres embarazadas a que sus recién nacidos vengan al mundo para entrar a su casa si es posible o insertará su lengua larga e invisible a través de una ventana, puerta o una grieta en el techo, y se alimentará de la sangre del recién nacido y de la madre. El Penanggalan no solo tomará la sangre sino también la carne si es posible. Se dice que aquellos de los que un Penanggalan se ha alimentado y ha sobrevivido, sufrirán una enfermedad debilitante que solo un chamán puede curar.
Debido a sus necesidades, el Penanggalan buscará trabajo como partera o cualquier otro trabajo que la acerque a las mujeres embarazadas y a los niños recién nacidos. Hay varias formas de protegerse de ella, una consiste en colgar enredaderas espinosas y hojas alrededor de puertas y ventanas. Se dice que esto atrapa las entrañas que se arrastran del Penanggalan, dejándolo como un blanco fácil para un machete u otra arma afilada. Otra opción es que si te encuentras con el cuerpo ahuecado de un Penanggalan, puedes llenarlo con vidrios rotos que harán que los órganos internos se rompan cuando regresen a casa, matando a la criatura. La próxima vez que tú o alguien cercana a ti esté embarazada, vigila de cerca tu casa, y si decides tener a una partera para que te acompañe, siempre mantente alerta, y si huele a vinagre, esto puede ser una mala señal, pues seguramente un Penanggalan está de visita.