El espiritismo es una doctrina originada en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo máximo exponente fue Allan Kardec, el espiritismo comenzó a cobrar fuerza, alcanzando una importancia notable a finales de la Inglaterra Victoriana. El interés por los asuntos paranormales se consolidó poco a poco a lo largo de las décadas gracias a las personas interesadas en el fenómeno que demostraron que no se trataba de una ficción, y dentro de estos grupos uno de los más importantes, proveniente de Estados Unidos, es el de las hermanas Fox, donde el espiritismo tomó gran popularidad y fama. Las hermanas Fox, Kate, Margaret y Leah, fueron las principales impulsoras del nacimiento del espiritismo después de afirmar ser testigo de una serie de fenómenos paranormales. Decían que presenciaban fenómenos como golpes en las puertas y paredes, fue tanta su credibilidad que se convirtieron en médiums durante varios años, la historia comienza en 1848 en Hydesville, Nueva York, donde vivían las hermanas Fox, Kate, Margaret y Leah Fox. Las dos hermanas menores comenzaron a afirmar que escuchaban sonidos y, con el tiempo, todas las personas de la casa comenzaron a escucharlos, pero la historia tomó fuerza cuando la mamá de las niñas escuchó a Kate solicitarle a los espíritus que realizaran dos pequeños toques en el suelo y los espíritus respondieron, la madre aterrada, se lo contó a su marido, la historia se propagó y las pequeñas se convirtieron en la sensación no solo de la familia sino del vecindario, a raíz de ahí comenzaron a desarrollar un lenguaje de “toques” con los espíritus y con el tiempo empezaron a responder las preguntas que las pequeñas les hacían, los visitantes eran testigos de estos hechos, seguidores de lo paranormal y escépticos fueron testigos de las conversaciones que las pequeñas tenían con los espíritus que habitaban en su hogar, esta leyenda de la casa de Hydesville se volvió muy popular, y lo fue aún más cuando en una cooncurrida sesión los espíritus admitieron que eran producto de un asesinato que había ocurrido en aquel hogar, con el tiempo y el crecimiento de su popularidad se empezaron a organizar eventos masivos donde las hermanas actuaban como médiums, la gran habilidad de las hermanas no era su capacidad de adivinar verdades, sino que cuando ellas hablaban, unos golpes les respondían y con respecto al asesinato, nunca se supieron detalles pero sí que el cuerpo seguía allí, en la casa de las hermanas Fox, su fama creció y se convirtieron en leyenda hasta que con el tiempo, Margaret y Kate comenzaron a tener problemas con su forma de beber, en sus matrimonios y con sus hijos y en 1888 Margaret, arrepentida por la vida que había llevado, decidió convertirse a la Iglesia Católica y rechazó todo lo que tuviera que ver con el espiritismo y fue cuando confesó que todo había sido una mentira, si todo había sido ideado por ella y su hermana cuando tenían apenas 12 y 15 años respectivamente, para explicar como lo habían hecho dijo que ataban una cuerda a varias manzanas entre los pisos y las hacían sonar al tirar de la cuerda, con lo que lograban los toqueteos, asimismo habló de una habilidad que tenían para tronar los dedos de los pies, precisando que todos los sonidos, provenían de ella y sus hermanas, esta declaración causó gran confusión y muchos seguidores no creyeron en lo declarado por Margaret, e intentaron demostrar que esta confesión había sido un fraude pero no lo lograron, así como no se logró desmentirlo por completo, por lo que la verdad en realidad no salió a la luz, lo único cierto es que las
hermanas Fox dieron impulso al espiritismo en los Estados Unidos al grado de ser consideradas como fundadoras del movimiento, aunque esto nunca hizo felices a las hermanas quienes terminaron su vida odiando esas prácticas por considerarlas una falsedad, una blasfemia y superstición, su historia no tuvo un final feliz ya que murieron en la pobreza y con muy poca credibilidad sobre sus palabras, más no así sobre sus prácticas de espiritismo, el cual siguió creciendo con más fuerza y popularidad.
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