Los niños tienen un alma pura e inocente, su transparencia y justo su inocencia los hace tener contacto con personas que ya no se encuentran en este plano sin tener miedo alguno, tal es el caso de la historia de Mi hermano quiere jugar, la historia cuenta que un niño que tenía 8 años, gustaba mucho de jugar con Mega Bloks; armaba grandes torres, para luego derrumbarlas, en una ocasión al haber tirado todas las torres se aburrió y dio por terminado el juego, retirándose a su cuarto para posteriormente pedirle permiso a su mamá para salir a jugar, su mamá le dijo que podría salir a jugar si guardaba todos los bloques entonces al intentar recogerlos se dio cuenta de que su hermano de 5 años ya estaba recogiendo los juguetes, por lo que le dijo a su mamá que su hermano ya estaba recogiendo los juguetes, su mamá muy desconcertada se asomó al cuarto en donde estaban tirados los bloques y dijo Ahí no hay nadie, tu hermano está jugando afuera, por lo que al asomarse de nuevo el niño se percata que efectivamente no había nadie y la luz estaba apagada, y los juguetes aún seguían en el suelo, por lo que no se sabe quién fue el niño que vio o si efectivamente había sido su hermanito quién habría sufrido un desdoblamiento, otra historia llamada La señora de los besitos nos cuenta que un niño de aproximadamente 5 años veía a una señora en el baño, el pequeño se lo platicaba a sus papas, pero estos parecía no darle importancia a esto que les manifestaba, ya que su papá creía que era una historia inventada por su mamá y su mamá pensaba que esta historia la había inventado papá, a esta señora el pequeño le llamaba la señora de los besitos, cuando sus papas le preguntaban porque era la señora de los besitos, el pequeño decía que porque le daba muchos besitos, al paso del tiempo los papas fueron descubriendo más detalles como que la señora tenía el cabello largo y oscuro y usaba un vestido largo, y también empezaron a percatarse de que en la casa pasaban cosas muy extrañas, y en particular en ese baño se sentía un ambiente muy pesado por lo que la mamá coloco varios crucifijos detrás de la puerta, pero ni eso hizo que la señora de los besitos dejara de aparecerse, otra de las historias relacionadas con niños que es digna de contar es la del bebé que no dejaba de llorar, había una familia muy feliz que acababa de recibir a su tercer hijo, la felicidad era inmensa hasta cuando cumplió tres semanas de nacido, ya que empezó a vomitar cada vez que le daban su leche, así paso una semana y al ver que no había mejoría los papas decidieron llevarlo al Doctor quien le dio una medicina para controlar el vomito, al regresar a casa la mamá se quedó despierta, preocupada y pensando en la salud del bebé, y a las 2 de la mañana, la mamá decidió ponerse a lavar la ropa para tranquilizar sus inquietos pensamientos, de repente escuchó niños llorando pero el bebé estaba en su cunita y en los cuartos de los niños todos estaban bien dormidos, por lo que se fue a la sala y lo escuchó otra vez, por lo que le preguntó a su esposo si había llorado el bebé, ya que el estaba en el mismo cuarto y su esposo contestó que el niño no había llorado, desconcertada la mamá se quedó en el pasillo de la casa donde están los cuartos de los niños para ver qué estaba pasando y pudo escuchar a una mujer llorando en la sala, lo hacía con mucha tristeza y desesperación, la mamá estaba impactada y algo le indicó que tenía que llevar al bebé al hospital por lo que ya casi a las 4 de la mañana lo llevó al Doctor, le hicieron estudios ya que lo vieron delicado de salud y cuando le dieron los resultados le dijeron que necesitaba una cirugía de estómago y que tendría que ser trasladado, manifestándole a los papas que si hubieran esperado más tiempo el bebé hubiera muerto, nunca supieron que fue lo que los hizo llevar al bebé al Doctor pero sin duda fue un ángel.
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