En una vieja preparatoria de Pachuca, los pasillos esconden un secreto que sigue poniendo los pelos de punta. Dicen los alumnos que durante los exámenes, cuando el silencio es tan pesado que se puede oír el tic-tac del reloj, una mano invisible se posa sobre el hombro de quienes más nerviosos están. No es una corriente de aire, no es imaginación. Es el toque helado de La Mano del Estudiante, el espíritu de un joven que murió intentando aprobar… y que aún no logra descansar.

UNA LEYENDA NACIDA ENTRE EXÁMENES Y GRITOS

Hace décadas, un alumno llamado Ernesto fue sorprendido copiando en su examen final. Humillado, huyó hacia el laboratorio eléctrico, jurando que nunca reprobaría de nuevo. Horas más tarde, su cuerpo fue hallado sin vida, con los dedos carbonizados y una hoja de examen chamuscada bajo el pecho. Desde entonces, su presencia se siente cada fin de semestre.
Los relojes se detienen, las luces parpadean y los lápices tiemblan solos sobre los pupitres. Algunos estudiantes aseguran que, justo antes de sentir el toque en el hombro, escuchan una voz susurrar: “Ayúdame a pasar…”

LOS TESTIGOS HABLAN

Vigilantes nocturnos han contado que las cámaras de seguridad registran siluetas borrosas moviéndose entre los salones vacíos. En el pizarrón, cada mañana, aparece dibujada una huella de mano con polvo o tiza.
Una maestra, entre lágrimas, relató que al calificar exámenes, una mano transparente le tomó el bolígrafo y corrigió un número… el único que un alumno había fallado en vida.

SEÑALES QUE NADIE PUEDE EXPLICAR

  • En las noches de tormenta, el eco de pasos descalzos resuena en los pasillos.

  • Los espejos del baño reflejan pupitres que ya fueron retirados hace años.

  • Libretas viejas aparecen con frases escritas en tinta seca: “No quiero reprobar.”

  • Varios alumnos que sintieron el toque aseguraron haber soñado después con una figura sin rostro entregándoles un examen en blanco.

  • En 2018, una fotografía viral mostró una marca de mano en el brazo de un estudiante… y al día siguiente, el chico desapareció del registro escolar.

UNA MALDICIÓN QUE SE REPITE

La Mano del Estudiante no busca asustar: busca terminar su examen eterno. Pero quienes cruzan su camino terminan marcados. Algunos dicen que si repruebas tres veces la misma materia, el espíritu de Ernesto te observa desde el último pupitre.
Otros aseguran que si sientes un toque en el hombro y volteas, verás una sombra tomando asiento justo detrás de ti… con un lápiz que nunca deja de escribir.

EL TOQUE DEL MÁS ALLÁ

La leyenda de La Mano del Estudiante es más que una historia escolar: es un recordatorio de que hay lecciones que ni la muerte puede cerrar. En Pachuca, cada fin de semestre, el miedo se sienta en el aula, esperando otra oportunidad para pasar el examen que nunca terminó. Y si alguna vez sientes una mano helada sobre tu hombro durante un examen… no te detengas. Tal vez solo quiera copiar tus respuestas.